Charolesa

La raza lleva el nombre de su cuna: la región de Charollais en el departamento de Saöns-Loire en la Bourgogne francesa. No tiene sinónimos, en el mundo entero se ha respetado la designación francesa originaria.

Está oficialmente clasificada como raza española, que traduce plena integración en nuestra cabaña bovina.

La importancia de esta raza es evidente en el orden cualitativo, por cuanto interviene por vía de cruzamiento en la potenciación de las aptitudes cárnicas de una extensa fracción de la cabaña bovina nacional, y muy particularmente sobre las razas autóctonas de cría extensiva.

La tasa media de gestación es del 92% y la incidencia de partos gemelares del 4%. La reproducción es por monta natural.

La Charolesa es raza de hierba, sigue la clásica modalidad mixta, pastoreo de naturaleza mixta (pastos de dehesa, herbazales de montaña, rastrojeras, herrenales, etc) y raciones complementarias cuando el campo no aporta ni cubre las necesidades nutritivas.

La raza Charolesa agrupa ejemplares ortoides, hipermétricos, longilíneos, de mucha masa, y buen hueso. Capa blanca uniforme, aunque puede virar hacia el crema y a veces hasta el trigueño. Presenta astas de sección circular, alargadas y de color blanco.

Su dotación morfo-fisio-constitucional la sitúa como arquetipo de los bovinos de aptitud cárnica.

La robustez, fortaleza, longevidad, capacidad lechera, potencialidad de crecimiento, aprovechamiento forrajero, índice de trasnformación, son otros tantos atributos generales de la raza Charolesa, que a su vez, optimiza los recursos pastables.

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