Esta raza debe su nombre al color de su capa y territorio de origen, la provincia extremeña de Cáceres.
Adscrita al sistema de explotación en extensivo adehesado, con un número aproximado de 30-40 reproductoras. Alumbramientos sin dificultad, buen instinto materno y aceptable capacidad lechera.
Su alimentación se nutre de los recursos pastables de la Dehesa, en concreto hierba, ramón e incluso bellota, cuando la montanera no es reservada al cerdo ibérico.
De aptitud cárnica, el producto comercial de la raza Blanca Cacereña es el ternero pastenco.
El número reducido de ganaderías es una garantía de pureza racial. Éstas disponen de una programación reproductiva calculada para asegurar la biodiversidad interna y la riqueza de genotipos, de tipo cíclico dentro de los parámetros de la cría extensiva.
Estos animales se caracterizan por corresponderse con el patrón ortoide, eumétricos, mediolíneos, con buena masa corporal, poco hueso y piel abundante. Con cuernos fuertes y dirigidos hacia arriba, acentuándose esta característica en las hembras.
Presentan una capa blanca general y uniforme, con la posibilidad de tonos rosáceos en los ejemplares más jóvenes e incluso crema en los más adultos.
